Tai Chi Chuan

Los montes Wudang al noroeste de la provincia de Hubei, lugar de numerosos templos taoístas y conocidos por su tradición histórica de maestros relevantes del taoísmo, alquimia y medicina tradicional, son el lugar del origen de las artes marciales internas chinas Neijiquan, relacionadas con el taoísmo.

El estilo Sanfeng de Taijiquan ( Tai chi Chuan) es una de las ramas principales de las numerosas artes marciales practicadas por los taoístas de Wudang, reclamándose

heredero directo de las enseñanzas originales del alquimista y monje Zhang Sanfeng.

Zhang Sangfeng fue un monje taoísta de finales del siglo XIII que unificó las enseñanzas del taoísmo, la medicina tradicional china y las artes marciales en un solo conjunto diseñando un método consistente en 13 posturas, basado en la interacción de los polos complementarios yin-yang que combina armónicamente la calma y la acción.

Con el tiempo los seguidores de Zhang Sanfeng desarrollaron estas 13 posturas para convertirlas en 72 y más tarde en 108. Estos 108 movimientos son elaboraciones, variaciones y repeticiones de aquellas 13 posiciones básicas. A este método se le llamó Wudang Sanfeng Taijiquan.

El taijiquan se caracteriza por acciones circulares y conectadas que siguen a las del adversario y que recuerdan el símbolo del Taiji. Algunos de los principios de este artes son: vencer el movimiento con la quietud, vencer la dureza con la suavidad y vencer lo rápido con lo lento.

En un clase de Tai chi, además de practicar movimientos y secuencias, también practicamos Qi Gong ( Chi kung) y meditación ya que todo ello está dentro de este arte en movimiento.

La práctica del Tai Chi Chuan nos aporta muchos beneficios como la higiene postural, la agilidad en los movimientos, la conciencia corporal, además de la flexibilidad y el fortalecimiento de las articulaciones.

La coordinación, el equilibrio y la estabilidad en los desplazamientos está constantemente presente en la práctica que hacemos clase además del ejercitar la memoria al ir memorizando las secuencias de los movimientos dentro de la forma. Por otro lado, a nivel energético, nos familiarizamos con sentir y cuidar nuestro campo energético, siendo cada vez más conscientes de esa parte tan importante que somos también aunque no la veamos.

Durante la práctica, los movimientos lentos, con atención plena en ellos y en la respiración permite que entramos en el estado natural del ser que es el estado de presencia y de calma promoviendo una mente relajada y concentrada y una estabilidad emocional.

En las clases de Tai chi reconecto con mi paz interior y mi paz emocional.

Suso

La práctica de Taiji permite cultivar el Qi, la energía interna, de modo que los órganos internos y los músculos reciben un masaje y una “presión” extra que les permite trabajar con más eficacia, por lo que el interior del cuerpo se ve fortalecido, mientras que la apariencia externa es suave y relajada.

Para más información sobre este estilo de Tai chi puede visitar la web de Wudang Spain .